Washington —
En un momento en que un número cada vez máximo de jóvenes estadounidenses son diagnosticados con problemas de salud mental, los medios están buscando formas de cubrir el tema de manera más responsable.
Los datos muestran un aumento en el número de adultos jóvenes a los que se les diagnostican enfermedades como depresión o ansiedad. Pero los informes de los medios sobre incidentes públicos relacionados con la salud mental a veces utilizan un lenguaje dañino, dicen expertos.
Términos como “desquiciado” o “errático” (lenguaje utilizado para describir a un hombre sin hogar asesinado en el metro de Nueva York el año pasado) se consideran malos ejemplos de cobertura periodística.
Los periodistas del sector de la salud y los expertos especializados en salud mental dicen que estos calificativos son perjudiciales para quienes padecen una afección médica y que pueden inducir a error.
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