Los familiares de los secuestrados por Hamás el pasado 7 de octubre no se rinden en su empeño por reencontrarse con ellos. Sus voces de auxilio a la comunidad internacional no han decaído con el paso de los días, al contrario, piden que su voz sea más escuchada y sus historias no caigan en el olvido. Y, en el caso de España, exigen al Gobierno que hable con aquellos países que tienen conversaciones con Hamás y han recibido a miembros de su organización.
Merav, Maayan, Yulie, Roberto y Naama, todos ellos familiares de algunos de los 224 secuestrados por la milicia palestina, se encuentran en España para mantener latente la experiencia que viven. Han sido recibidos por el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel Albares, y, posteriormente, se han desplazado hasta la Comunidad Judía de Madrid para poner un rostro a sus seres queridos retenidos por Hamás en Gaza, de los que tienen ninguna noticia.
La madre de Maayan vive en el kibutz de Nir Yitzhak, en el suroeste de Israel, junto a algunos de sus tíos y primos. Judíos de nacionalidad argentina, regresaron al Estado hebreo para sentirse seguros. Sin embargo, Maayan lamenta que « Israel ya no es un lugar seguro». «Tengo dos hijos, de cinco y ocho años, que me preguntan dónde está su abuela y por qué no podemos entrar a Gaza para traerla de vuelta», narra sobrecogida.
Merav perdió el contacto con sus tíos, su prima y el hijo de esta. Al escuchar a los terroristas, acudieron al refugio ubicado en su casa y, en el televisor, optaron por no sintonizar dibujos animados en lugar de las noticias, con el fin de tranquilizar al niño. «No están ni entre los supervivientes ni enterrados, por lo que asumimos que están secuestrados», reconoce sin ninguna certeza.
Itai, primo de Naama, nació en el kibutz de Be’eri y cada fin de semana regresaba para ver a sus padres y a su abuela. Sus progenitores fueron asesinados por Hamás, mientras que su futuro todavía está en manos de los terroristas. Su prima recuerda que no se trata de un problema únicamente de Israel, sino que es internacional. Además, reclama que España haga todo lo que esté en su mano por liberar a los secuestrados: «Hay países que dialogan con Hamás (entre ellos, Irán, Rusia o Qatar) y España puede hablar con esos países. Eso es lo que le pedimos».
Los familiares de los secuestrados no pierden la esperanza de volver a ver a sus seres queridos. Por eso, invitan a la comunidad internacional a unirse a su lucha para que los 224 secuestrados sean liberados. Su voz de esperanza se hace cada vez más fuerte,