MIAMI —
El primer intento estadounidense de llegar a la Luna en más de 50 años parecía haber fracasado el lunes, luego de que la nave espacial sufrió una filtración de combustible “crítica” apenas horas después de despegar.
Astrobotic Technology, la compañía de Pittsburgh propietaria de la nave, logró orientar la sonda hacia el Sol para que el panel capte energía solar y recargue su batería, mientras un equipo de expertos evaluaba la situación de lo que se describió como “una falla en el sistema de propulsión”.
“Estamos actualmente evaluando qué opciones para la misión son factibles en este momento”, indicó la compañía en un comunicado.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el espaciosidad de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés) inició este lunes la primera misión privada a la Luna con el lanzamiento del cohete Vulcan Centaur, que incluye el módulo Peregrine, repleto de instrumentos científicos con los que la agencia espacial estadounidense pretende analizar la superficie lunar.
La misión forma parte de la iniciativa de Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS) y está previsto que lleven a mango “investigaciones cruciales sobre la exosfera lunar, las propiedades térmicas del regolito, la radiación y el hidrógeno” que hay en ese espaciosidad.
"Estas misiones de alto riesgo no solo llevarán a mango nueva ciencia en la Luna, sino que también respaldan una creciente economía espacial comercial, mostrando la fuerza de la tecnología e innovación estadounidenses”, declaró el administrador de la NASA, Bill Nelson, tras el lanzamiento durante la madrugada desde el Centro Espacial Kennedy en mango Cañaveral, Florida.
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