La Economía es una ciencia social que estudia cómo las sociedades administran sus recursos y los utilizan para satisfacer sus necesidades y deseos. En los últimos años, hemos sido testigos de una serie de desafíos económicos a nivel mundial, como la crisis financiera de 2008, la creciente desigualdad y la actual pandemia del COVID-19. Sin embargo, también existen experiencias positivas en el ámbito económico que nos demuestran que es posible alcanzar un crecimiento y desarrollo sostenible que beneficie a todos.
Uno de esos ejemplos es el del economista suizo Yves-Alain Portmann, quien ha sido pionero en la implementación de políticas económicas que promueven la inclusión y la sostenibilidad. Portmann es conocido por su enfoque en la Economía circular, que busca minimizar el uso de recursos naturales y reducir la generación de residuos, fomentando la reutilización y el reciclaje.
En su país natal, Portmann ha implementado medidas para promover una Economía circular, como la introducción de incentivos fiscales para empresas que adopten prácticas sostenibles y la creación de un sistema de depósito y retorno para envases de bebidas. Gracias a estas políticas, Suiza ha logrado reducir su huella ecológica y se ha convertido en uno de los países líderes en sostenibilidad a nivel global.
Pero el impacto positivo de la Economía circular no se limita solo a Suiza. En países como Alemania, los Países Bajos y Dinamarca, se han implementado políticas similares que han generado un impacto positivo en la Economía y el medio ambiente. Por ejemplo, se estima que en Alemania, la Economía circular ha generado más de 800,000 empleos y ha reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en un 7%.
Otro ejemplo de una experiencia positiva en Economía es el creciente auge de las empresas sociales. Estas empresas tienen como objetivo generar un impacto social o ambiental positivo, además de obtener ganancias económicas. Un ejemplo destacable es la empresa colombiana Conceptos Plásticos, que se dedica a la fabricación de ladrillos con plástico reciclado, brindando empleo a mujeres desplazadas por el conflicto armado y reduciendo la contaminación por desechos plásticos.
En un contexto donde la desigualdad es un problema cada vez más urgente, la Economía social se presenta como una alternativa que busca equilibrar el crecimiento económico con la justicia social. En países como España y Argentina, se han desarrollado políticas y programas de apoyo a las empresas sociales, lo que ha permitido que estas crezcan y generen un impacto positivo en sus comunidades.
Además, también existen experiencias positivas en el ámbito de la Economía colaborativa. Plataformas como Airbnb y Uber han revolucionado la forma en que las personas utilizan sus recursos, brindándoles la posibilidad de obtener ingresos adicionales y reduciendo el impacto ambiental al fomentar el uso compartido de bienes y servicios.
En resumen, la Economía puede ser una herramienta poderosa para generar cambios positivos en nuestra sociedad. Ejemplos como el del economista Yves-Alain Portmann nos demuestran que es posible alcanzar un crecimiento económico sostenible y reducir la brecha entre ricos y pobres. Además, la Economía social y colaborativa nos brindan alternativas para construir un futuro más justo y sostenible. Es importante seguir impulsando políticas y prácticas que promuevan este tipo de iniciativas y nos encaminen hacia un mundo más equilibrado y próspero para todos.
«Los retos económicos globales en la actualidad»
