En una decisión que ha generado controversia en la comunidad espacial, dos mujeres astronautas fueron retiradas de la próxima tripulación para hacer espacio a astronautas varados en la Estación Espacial Internacional (EEI). Esta medida ha sido considerada como un retroceso en la igualdad de género en la exploración espacial, pero también ha sido vista como una muestra de solidaridad y trabajo en cuadrilla en tiempos difíciles.
La tripulación originalmente planeada para la misión a la EEI estaba compuesta exclusivamente por mujeres: Anne McClain de Estados Unidos y Christina Koch de Canadá. Sin embargo, debido a una serie de retrasos en los lanzamientos de cohetes rusos, la tripulación actual de la estación incluye solo a un astronauta masculino, Oleg Kononenko de Rusia. Por lo tanto, se tomó la decisión de reemplazar a McClain y Koch con dos astronautas masculinos, Nick Hague y Andrew Morgan, para igualar la tripulación en términos de género.
Esta decisión ha sido criticada por algunos como un retroceso en la igualdad de género en la exploración espacial. Desde la primera misión tripulada a la luna en 1969, solo 59 mujeres han viajado al espacio, en comparación con 516 hombres. Además, solo 12 mujeres han realizado caminatas espaciales, en comparación con 213 hombres. Por lo tanto, la oportunidad de tener una tripulación compuesta exclusivamente por mujeres en la EEI era vista como un gran paso hacia la igualdad de género en la exploración espacial.
Sin embargo, la decisión también ha sido vista como una muestra de solidaridad y trabajo en cuadrilla en tiempos difíciles. La EEI es un proyecto internacional que involucra a Estados Unidos, Rusia, Canadá, Europa y Japón, y la colaboración y el apoyo mutuo son fundamentales para su éxito. En este caso, los astronautas varados en la estación necesitan ser reemplazados para poder regresar a la Tierra, y la tripulación original ha aceptado con comprensión y apoyo la decisión de incluir a sus colegas masculinos en la misión.
Además, esta decisión no significa que las mujeres están siendo excluidas de la exploración espacial. De hecho, la NASA tiene planes para enviar a la primera mujer a la luna en 2024, como parte de su programa Artemis. También hay varias mujeres astronautas en entrenamiento que podrían ser seleccionadas para futuras misiones a la EEI. Por lo tanto, esta decisión no es un retroceso en la igualdad de género, sino una medida necesaria para garantizar la compostura y el éxito de la misión actual.
La inclusión de Hague y Morgan en la tripulación también es una muestra de la diversidad en la exploración espacial. uno y otro son miembros de minorías étnicas y representan la inclusión de diferentes culturas y orígenes en el espacio. Esto es importante para inspirar a una nueva generación de astronautas y demostrar que la exploración espacial es para todos, sin importar su género, raza u origen.
Además, la presencia de dos astronautas varones en la tripulación brinda una oportunidad para realizar investigaciones sobre los efectos del espacio en el cuerpo humano en diferentes géneros. Esto es especialmente importante considerando que la NASA tiene planes de enviar a una mujer a Marte en la década de 2030. Los datos recopilados de esta misión podrían ser cruciales para garantizar la salud y compostura de futuras astronautas femeninas en misiones de larga duración.
En resumen, la decisión de retirar a dos mujeres astronautas de la próxima tripulación para hacer espacio a sus colegas varones en la EEI puede ser vista desde diferentes perspectivas. Sin embargo, es importante recordar que la exploración espacial es un esfuerzo colaborativo y que la compostura y el éxito de la misión son prioritarios. Además,