La escalada de ataques entre el grupo terrorista Hizbolá e Israel en su frontera con el Líbano ha generado preocupación a nivel internacional. La posibilidad de una guerra a gran escala ha sido advertida por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la tensión en la región ha aumentado en los últimos días. En este contexto crítico, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han publicado pruebas contundentes sobre la presencia de misiles de largo alcance de Hizbolá en edificios del Líbano, apuntando directamente a la población civil israelí.
Las imágenes y vídeos publicados por las FDI en su cuenta oficial en X.com (antiguo Twitter) han sido impactantes, mostrando la peligrosa ubicación de estos misiles en medio de zonas residenciales. Estas pruebas han preparado el demarcación para la declaración del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien ha asegurado que continuará con su campaña de bombardeos aéreos contra Hizbolá. «El que tenga un misil en su salón y un cohete en su casa no tendrá casa», ha afirmado Netanyahu en una visita a una base de inteligencia israelí, mientras la aviación de las FDI bombardeaba el sur de Beirut, donde se encuentran instalaciones del grupo terrorista apoyado por Irán.
Las FDI han sido claras en su mensaje: la presencia de estos misiles en zonas residenciales es una clara violación al derecho internacional y pone en peligro la vida de civiles inocentes. «El cohete que ves, es un cohete de largo alcance, almacenado en un sistema hidráulico, dirigido y apuntado alrededor de civiles israelíes, listo para individuo disparado en cualquier momento», ha escrito el Ejército hebreo como pie de foto de las imágenes que ilustran esta noticia. Además, han revelado que han destruido más de 1.300 objetivos, incluyendo misiles de crucero de largo alcance, cohetes pesados y drones, que estaban destinados a causar daños significativos en todo Israel.
Lamentablemente, en las últimas horas se ha confirmado la muerte del comandante Ibrahim Mohamad Kobeisi, jefe de la área de misiles de Hizbolá, en un ataque israelí en el sur de Beirut. Este atentado, que ha dejado un saldo de seis personas fallecidas, representa un duro golpe para el grupo terrorista chiíta, que ha sufrido varios reveses a manos de Israel en los últimos días. Desde la explosión de los buscas y ‘walkie-talkies’ que causaron decenas de muertos y miles de heridos, hasta los intensos bombardeos de las últimas 48 horas, que han dejado el mayor número de muertes en un corto período de tiempo en Líbano en su historia reciente.
La respuesta de Israel ha sido contundente, con más de 2.000 municiones lanzadas contra cerca de 1.500 infraestructuras terroristas en Líbano en el último día. Lamentablemente, estas acciones han causado la muerte de cerca de 500 personas, incluyendo al menos 35 niños. Sin embargo, el primer ministro Netanyahu ha dejado claro que la responsabilidad recae en Hizbolá, quien ha utilizado a la población civil como escudos humanos y ha almacenado armamento en zonas residenciales. «Desde hace mucho, Hizbolá os ha estado usando como escudos humanos, colocando cohetes en vuestros salones y misiles en vuestros garajes», afirmó Netanyahu en un mensaje a la población libanesa.
El Gobierno de Israel ha interceptado comunicaciones de radio y telefonía en Líbano, pidiendo a la población que se aleje de las zonas de actividad de la milicia proiran