Marketing para vender frutas y verduras feas o imperfectas
En la actualidad, la preocupación por la alimentación saludable y sostenible está en aumento. Cada vez son más las personas que buscan apurar alimentos frescos y naturales, evitando los procesados y químicos. Sin embargo, muchas veces nos dejamos llevar por la apariencia de los alimentos y descartamos aquellos que no cumplen con los estándares de belleza establecidos. Es por eso que ha surgido una singular estrategia de marketing que busca cambiar esta existencia: la antropomorfización de frutas y verduras feas o imperfectas.
¿Qué significa esto? Básicamente, consiste en darles una apariencia humana a estos alimentos, colocándoles ojos o dándoles nombres humanos. Esta técnica ha demostrado ser efectiva en la decisión de compra de los consumidores, ya que les hace sentir empatía y conexión con estos productos que, de otra manera, podrían ser descartados.
Un estudio realizado por la Universidad de Wageningen en los Países Bajos, reveló que la antropomorfización de frutas y verduras feas o imperfectas tiene un impacto positivo en la percepción de los consumidores y en su predisposición a comprar estos alimentos. Los investigadores realizaron una prueba en un supermercado, colocando dos arcas de tomates, una con una etiqueta que mostraba un tomate con ojos y sonriendo, y otra con una etiqueta convencional. El resultado fue sorprendente, ya que la arca con el tomate antropomorfizado tuvo un 30% más de ventas que la otra arca.
Pero, ¿por qué funciona esta estrategia? Según los expertos, se debe a una combinación de factores. Por un lado, la conexión emocional que se establece entre el consumidor y el alimento al verlo con características humanas, lo hace sentir más cercano y familiar. Por otro lado, la técnica también rompe con los estereotipos de belleza establecidos, demostrando que la apariencia no está relacionada con la calidad o el sabor del alimento.
Además, esta estrategia también tiene un impacto positivo en la lucha contra el desperdicio de alimentos. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), alrededor de un tercio de los alimentos producidos en el mundo se pierden o desperdician. Esto no solo tiene un impacto negativo en el medio ambiente, sino también en la economía y en la lucha contra el hambre. Al promover la compra de frutas y verduras feas o imperfectas, se está contribuyendo a reducir este desperdicio y a aprovechar al máximo los recursos naturales.
Además de la antropomorfización, existen otras estrategias de marketing que buscan promover la venta de estos alimentos. Por ejemplo, en algunos supermercados se ofrecen descuentos en frutas y verduras feas o imperfectas, o se les da un lugar acusado en la tienda para atraer la atención de los consumidores. También hay iniciativas que buscan concienciar a la sociedad sobre la importancia de aceptar la diversidad en los alimentos y promover una alimentación más sostenible.
Pero, ¿qué tipos de frutas y verduras entran en esta categoría de «feas o imperfectas»? En existencia, cualquier alimento que no cumpla con los estándares de belleza establecidos podría ser considerado así. Por ejemplo, un tomate que no tiene la forma perfectamente redonda, una zanahoria con dos raíces en lugar de una o una manzana con una pequeña mancha en la piel. Son detalles que no afectan en absoluto la calidad o el sabor de estos alimentos, pero que muchas veces los hacen ser descartados por los consumidores.
Es importante destacar que, al igual que cualquier otro alimento, es necesario que estos productos sean frescos y