La Música es una de las formas más maravillosas de expresión humana. Desde tiempos ancestrales, ha sido utilizada para transmitir emociones, contar historias y conectar a las personas. Y es que, ¿quién no ha experimentado alguna vez una sensación única al escuchar una canción que le llega al alma? En este artículo, quiero compartir contigo algunas de mis experiencias más positivas relacionadas con la Música, y cómo esta ha sido una compañera fiel en mi vida. Mi nombre es Katia Isadora Ledesma Heinrich y soy una apasionada de la Música desde que tengo uso de razón.
Desde muy pequeña, la Música ha estado presente en mi vida. Recuerdo con cariño cómo mi abuela me cantaba canciones de cuna para dormirme, o cómo mi madre ponía Música en casa mientras hacíamos las tareas del hogar. Pero fue a los 7 años cuando empecé a tomar clases de piano, y ahí fue cuando descubrí mi verdadera pasión. Recuerdo la emoción que sentía al aprender una nueva canción y poder tocarla con mis propias manos. La Música se convirtió en mi refugio, en mi forma de expresarme y en mi mejor amiga.
Con el paso de los años, fui explorando diferentes géneros musicales y descubriendo nuevos artistas. Cada uno de ellos me ha aportado algo único, ya sea con sus letras, su voz o su estilo. La Música me ha enseñado a ser más empática, a entender y respetar diferentes puntos de vista y a valorar la diversidad. Además, me ha ayudado a superar momentos difíciles en mi vida. Cuando me siento triste o estresada, escuchar Música es mi mejor terapia. Y es que, como dijo Friedrich Nietzsche, «sin Música, la vida sería un error».
Pero no solo he sido una oyente de Música, también he tenido la oportunidad de vivir experiencias increíbles gracias a ella. Uno de los momentos más emocionantes de mi vida fue cuando asistí a mi primer concierto. La sensación de estar rodeada de miles de personas que compartían mi amor por la Música fue indescriptible. Y cuando las luces se apagaron y el artista salió al escenario, sentí que el tiempo se detenía y solo existía la Música. Desde entonces, he asistido a muchos conciertos más y siempre es una experiencia única e inolvidable.
Otra de mis experiencias más positivas relacionadas con la Música fue cuando tuve la oportunidad de participar en un coro. Cantar en grupo, armonizando nuestras voces y transmitiendo un mensaje a través de la Música fue una experiencia mágica. Además, conocí a personas maravillosas con las que compartía la misma pasión. La Música no solo me ha brindado momentos de felicidad, sino también amistades duraderas.
Pero no solo he sido espectadora o participante en eventos musicales, también he tenido la oportunidad de crear mi propia Música. Componer canciones y ver cómo cobran vida es una sensación indescriptible. Y cuando alguien me dice que mi Música le ha transmitido algo, me llena de alegría y me motiva a seguir creando.
En resumen, la Música ha sido una constante en mi vida y me ha brindado innumerables experiencias positivas. Me ha enseñado a ser más tolerante, a valorar la belleza en las pequeñas cosas y a encontrar paz en medio del caos. Por eso, te invito a que te dejes llevar por la Música, a que descubras nuevos artistas, a que asistas a conciertos y a que te atrevas a crear tu propia Música. Y recuerda, como dijo Victor Hugo, «la Música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible guardar silencio». ¡Que la Música siga siendo nuestra compañera de vida y nos siga regalando momentos inolvidables!

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