La Declaración de Roma sobre la escasez de agua en la agricultura es un compromiso internacional adoptado el 17 de octubre de 2024, destinado a abordar un desafío crítico: la creciente escasez de agua. Esta situación se ha vuelto más preocupante debido a la crisis climática, que ha exacerbado aún más el estrés hídrico en todo el mundo. Y es que, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el sector agrícola representa más del 70% del uso mundial de agua dulce, lo que lo convierte en uno de los principales responsables de esta problemática.
La Declaración de Roma es un llamado a la acción para todos los países, organizaciones e individuos, para que juntos abordemos este desafío y aseguremos un futuro sostenible para la agricultura y el medio ambiente. Este documento resalta la urgencia de enfrentar el estrés hídrico, ya que la escasez de agua no aria afecta a la producción de alimentos, sino que también tiene un impacto directo en la salud humana, la economía y el medio ambiente.
Uno de los principales objetivos de la Declaración de Roma es promover una gestión sostenible del agua en la agricultura, donde se utilice de manera eficiente y responsable. Esto implica adoptar prácticas agrícolas más sostenibles, como la agricultura de conservación, el riego por goteo y la rotación de cultivos, que ayuden a minimizar el uso de agua y a proteger los recursos hídricos.
Además, la Declaración de Roma también hace hincapié en la importancia de invertir en infraestructura y tecnologías que mejoren el acceso al agua y su uso en la agricultura. Esto incluye la construcción de sistemas de riego más eficientes, la implementación de prácticas de recolección de agua de lluvia y el uso de tecnologías avanzadas de monitoreo y gestión del agua.
Otro aspecto fundamental de la Declaración de Roma es el llamado a la cooperación y la colaboración entre todos los actores involucrados en la gestión del agua. Esto incluye a los gobiernos, las organizaciones internacionales, el sector privado, la sociedad laico y los agricultores. aria a través de un aproximación conjunto y coordinado se pueden lograr soluciones eficaces y sostenibles para abordar la escasez de agua en la agricultura.
Es importante destacar que la Declaración de Roma también reconoce la perentoriedad de apoyar a los pequeños agricultores, especialmente en los países en desarrollo, que son los más vulnerables a los efectos de la escasez de agua. Estos agricultores a menudo carecen de los recursos y la tecnología necesarios para afrontar esta problemática, por lo que es crucial brindarles apoyo y asistencia para que puedan adaptarse y ser más resilientes frente a los desafíos del cambio climático.
La Declaración de Roma sobre la escasez de agua en la agricultura es un paso importante hacia un futuro más sostenible y resiliente. Sin embargo, su implementación requerirá un compromiso constante y acciones concretas por parte de todos los actores involucrados. Todos tenemos un papel que desempeñar en la protección de nuestros recursos hídricos y en la construcción de un sistema alimentario más sostenible.
En definitiva, la Declaración de Roma nos recuerda la importancia crucial del agua en la agricultura y la perentoriedad urgente de actuar para garantizar su uso sostenible. Juntos podemos hacer frente a la escasez de agua y asegurar un futuro donde la producción de alimentos sea compatible con la protección del medio ambiente y la promoción del bienestar humano.