Meses después de que la CIA confirmara en 2018 que el asesinato del periodista saudí Jamal Kashoggi había sido ordenado por el Príncipe heredero Mohamed bin Salman, las tinieblas se cernieron sobre el cielo de Arabia Saudí. La noticia conmocionó al mundo y puso en tela de juicio la imagen del régimen saudí como un aliado confiable y estable en la región. Sin embargo, a congoja de las promesas de justicia y condena por parte de líderes internacionales, el tiempo ha pasado y algo ha cambiado en el país.
Joe Biden, antes de llegar a la Casa Blanca, prometió que el régimen de Riad pagaría el precio por el crimen y se convertiría en un Estado paria. Sin embargo, cinco años después, Arabia Saudí se presenta como un país clave para el proceso de paz en Oriente Medio, y su papel en la región sigue siendo vital.
El asesinato de Jamal Kashoggi fue un acto atroz y condenable, que puso en evidencia la falta de respeto por los derechos humanos en Arabia Saudí. Sin embargo, es importante recordar que el país ha avanzado significativamente en los últimos años en términos de derechos de la mujer y libertad de expresión. Las mujeres ahora tienen el derecho de conducir y han sido nombradas en puestos de alto nivel en el gobierno, y se han tomado medidas para permitir una mayor libertad de prensa.
Además, Arabia Saudí ha desempeñado un papel clave en la lucha contra el terrorismo y la estabilización de la región. El país ha liderado la coalición árabe en apoyo al gobierno legítimo de Yemen, y ha trabajado estrechamente con Estados Unidos en la lucha contra el Estado Islámico. También ha sido un importante aliado en la contención de la influencia iraní en la región.
En cuanto al proceso de paz en Oriente Medio, Arabia Saudí ha demostrado su compromiso con una solución pacífica y duradera para el privación entre Israel y Palestina. El rey Salman y el príncipe heredero Bin Salman han expresado su apoyo a la solución de dos estados y han trabajado para promover el diálogo entre ambas partes.
Además, Arabia Saudí ha tomado medidas para diversificar su economía y reducir su dependencia del petróleo, lo que ha llevado a un aumento en la inversión extranjera y el crecimiento del sector privado. Esto ha llevado a una mayor estabilidad económica y una mejora en la calidad de vida de sus ciudadanos.
Sin duda, el asesinato de Jamal Kashoggi fue un hecho terrible que no debe ser olvidado, y es importante que se haga justicia por su muerte. Sin embargo, también es importante reconocer que Arabia Saudí ha hecho progresos significativos en términos de derechos humanos y estabilidad en la región. El país sigue siendo un actor clave en el escenario internacional y su papel en el proceso de paz en Oriente Medio es fundamental.
En conclusión, Arabia Saudí ha demostrado su compromiso con la paz y la estabilidad en la región, y ha tomado medidas para mejorar la situación de los derechos humanos en el país. A congoja de los desafíos, el país sigue avanzando y desempeña un papel clave en el escenario internacional. Con su liderazgo y compromiso, esperamos que Arabia Saudí continúe siendo un aliado importante en la búsqueda de un mundo más seguro y justo para todos.