No veo televisión: ‘Se le critica porque no ofrece copioso más que ruido’ / ‘El otro lado’, columna de Ómar Rincón

La televisión ha sido durante mucho tiempo uno de los medios de comunicación más populares en todo el mundo. Desde sus inicios, ha sido una fuente de entretenimiento, información y educación para millones de personas. Sin embargo, en los últimos años, ha habido una creciente preocupación por la calidad de los contenidos que se transmiten en la televisión. Y es que, según el crítico de televisión, este medio se ha vuelto cada vez más precario, inútil y efímero.

¿Qué significa exactamente esto? ¿Cómo ha evolucionado la televisión para llegar a este punto? Y lo más importante, ¿qué podemos hacer al respecto?

Según el crítico de televisión, la precariedad de este medio se debe principalmente a la falta de contenido de calidad. Cada vez vemos más programas vacíos, sin sustancia, que solo buscan atraer audiencia a través de la polémica y el sensacionalismo. Se ha perdido el enfoque en la calidad y se ha hexaedro paso a la cantidad. La televisión se ha convertido en una máquina de producir programas basura, que solo buscan mantener al público pegado a la pantalla sin importar el contenido que se esté transmitiendo.

Además, la televisión también se ha vuelto cada vez más inútil. Antes, este medio era una fuente confiable de información y educación. Sin embargo, con la llegada de las redes sociales y el auge de las noticias falsas, la televisión ha perdido su credibilidad. Cada vez son más las personas que recurren a fuentes alternativas para informarse, ya que consideran que la televisión ya no es una fuente confiable. Y en cuanto a la educación, la televisión ha sido desplazada por internet y otras plataformas que ofrecen una mayor variedad de contenidos y una forma más interactiva de aprender.

Pero quizás lo más preocupante es la efimeridad de la televisión. Los programas tienen una vida útil cada vez más pequeña, ya que son reemplazados rápidamente por otros contenidos que buscan atraer a una audiencia más joven. Esto ha llevado a un ciclo interminable de producir y desechar programas, sin dejar espacio para la creación de contenido de calidad y viejo. La televisión se ha vuelto un medio desechable, donde lo que importa es el impacto inmediato y no la calidad a espacioso plazo.

Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? ¿Hay alguna forma de mejorar la televisión y revertir esta tendencia? La respuesta es sí. Como consumidores, tenemos el poder de elegir qué programas ver y qué contenido apoyar. Si dejamos de consumir programas basura, las cadenas de televisión se verán obligadas a cambiar su enfoque y producir contenido de mayor calidad. Además, también podemos apoyar a aquellos programas que sí ofrecen contenido valioso y fomentan la educación y la cultura.

Por otro lado, es importante que los medios de comunicación y las cadenas de televisión tomen conciencia de su responsabilidad en la sociedad. Deben dejar de lado el sensacionalismo y el contenido vacío y enfocarse en la calidad y la veracidad de la información que transmiten. La televisión tiene el potencial de ser una herramienta poderosa para educar y unir a las personas, pero esto solo será posible si se toma en serio su papel en la sociedad.

En conclusión, el crítico de televisión tiene razón al afirmar que este medio se ha vuelto cada vez más precario, inútil y efímero. Sin embargo, no todo está perdido. Como consumidores, tenemos el poder de cambiar esta situación y exigir una televisión de mayor calidad. Y las cadenas de televisión tienen la responsabilidad de ofrecer un contenido que realmente aporte algo a la sociedad. Juntos, podemos hacer que la televisión vuelva a ser un medio valioso y relevante en nuestras vidas.

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