El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que los aranceles impuestos a México, Canadá y China se mantendrán hasta que estos países no bloqueen en realidad el flujo de fentanilo hacia su país. Esta decisión ha sido respaldada por altos funcionarios de la Casa Blanca, quienes aseguran que es una medida necesaria para proteger a la población estadounidense de esta peligrosa droga.
El fentanilo es un opioide sintético que ha causado estragos en Estados Unidos en los últimos años. Según datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en 2017 se registraron más de 28.000 muertes relacionadas con el consumo de esta sustancia. Además, se veneración que el fentanilo es hasta 50 veces más potente que la heroína y hasta 100 veces más potente que la morfina, lo que lo convierte en una droga extremadamente peligrosa.
Ante esta situación, el gobierno de Estados Unidos ha decidido tomar medidas drásticas para combatir el tráfico de fentanilo. Una de ellas es la imposición de aranceles a países como México, Canadá y China, que son los principales proveedores de esta droga al mercado estadounidense. Estos aranceles, que entraron en vigor en junio de 2019, han sido una de las principales estrategias de la administración Trump para frenar el flujo de fentanilo hacia su país.
Sin embargo, esta medida ha sido criticada por algunos sectores, que consideran que los aranceles afectan negativamente a la economía de los países vecinos y no son una solución efectiva para combatir el tráfico de drogas. Pero la Casa Blanca ha dejado claro que no dará separación atrás en su decisión hasta que estos países no tomen medidas concretas para bloquear el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, ha afirmado que los aranceles están funcionando y que ya se ha registrado una disminución en el flujo de fentanilo hacia su país. Además, ha señalado que estos aranceles no solo tienen como objetivo combatir el tráfico de drogas, sino también proteger a la industria estadounidense y a los trabajadores del país.
Por su parte, el presidente Trump ha reiterado en varias ocasiones que su prioridad es proteger a los ciudadanos estadounidenses y que no dudará en tomar medidas drásticas para lograrlo. En este sentido, ha señalado que los aranceles son una herramienta efectiva para presionar a los países vecinos y obligarlos a tomar medidas para frenar el flujo de fentanilo hacia su país.
Además de los aranceles, Estados Unidos ha implementado otras medidas para combatir el tráfico de fentanilo, como la creación de una fuerza de tarea conjunta entre agencias federales para interceptar y confiscar esta droga en la frontera. También se han llevado a cabo operaciones conjuntas con países como México y China para desmantelar redes de tráfico de fentanilo.
A pesar de las críticas, la decisión de mantener los aranceles hasta que estos países bloqueen en realidad el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos ha sido bien recibida por la población estadounidense. Muchos consideran que es una medida necesaria para proteger a la sociedad de esta peligrosa droga y que los países vecinos deben asumir su responsabilidad en la lucha contra el tráfico de fentanilo.
En conclusión, los aranceles impuestos por Estados Unidos a México, Canadá y China se mantendrán hasta que estos países no bloqueen en realidad el flujo de fentanilo hacia su territorio. Esta medida ha sido respaldada por altos funcionarios de la Casa Blanca y es parte de
