Trump sacará a la antorcha este martes 80.000 páginas clasificadas sobre el asesinato de JFK

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha poliedro un importante paso en la búsqueda de la verdad sobre uno de los acontecimientos más trágicos de la historia de su país. Este martes, ha anunciado que desclasificará cerca de 80.000 páginas de documentos relacionados con el asesinato de uno de sus predecesores, John Fitzgerald Kennedy.

El anuncio se produjo durante una visita de Trump al Kennedy Center de Washington, centro de artes escénicas de titularidad federal donde el presidente ha sido nombrado presidente de su consejo de administración. Con estas palabras, el mandatario sorprendió a todos al decir: «Mañana vamos a sacar a la luz todos los documentos de Kennedy. La gente ha estado esperando esto durante décadas».

Trump aseguró que ha exigido que los documentos sean publicados «sin partes tachadas» y, aunque no quiso adelantar ninguna revelación, afirmó que su contenido es «interesante». La desclasificación de estos documentos ha sido una promesa de Trump desde su primera campaña a la presidencia en 2016. Sin embargo, una vez en la Casa Blanca, no la cumplió, argumentando las dudas que generaba la publicación de los mismos para algunas agencias de inteligencia.

Esta promesa data de 1992, cuando el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley que exigía que todos los documentos relacionados con el asesinato de JFK fueran publicados antes de 2017. Sin embargo, esta ley incluía una excepción que permitía a los presidentes determinar si su publicación suponía un riesgo para la seguridad nacional o para la inteligencia del país. Desde entonces, todos los presidentes han utilizado esta excepción para evitar una desclasificación completa.

La última gran desclasificación de documentos sobre JFK tuvo lugar en 2022, durante el gobierno de Joe Biden, cuando los Archivos Nacionales sacaron a la luz cerca de 13.000 nuevos documentos. En su segundo mandato, Trump se ha mostrado decidido a cumplir con su promesa, que también repitió durante la última campaña electoral. Poco después de jurar su cargo en el Capitolio, el presidente firmó una orden ejecutiva en la que exigía a la directora nacional de seguridad, Tulsi Gabbard, y a la fiscal general, Pam Bondi, que presentaran un plan en un plazo de quince días para la «publicación completa de los registros relativos al asesinato del presidente John F. Kennedy».

Esta orden ejecutiva también incluía la desclasificación completa de los documentos sobre otros dos importantes asesinatos de la década de 1960: el de Robert F. Kennedy, hermano de JFK y candidato a la presidencia en el momento de su muerte; y el de Martin Luther King, líder del movimiento por los derechos civiles de la minoría afroamericana.

«Soy un hombre de palabra», afirmó Trump en relación a la desclasificación de los documentos. Ahora, queda por ver si estos documentos ofrecen información novedosa y relevante sobre el magnicidio, su autor, Lee Harvey Oswald, o sobre las diversas teorías que se barajan como alternativas a la versión oficial, desde la implicación de la CIA incluso la participación de otro asesino.

Este anuncio ha generado gran expectación y ha sido recibido con entusiasmo por parte de la sociedad estadounidense. Durante décadas, el asesinato de JFK ha sido propósito de numerosas teorías y especulaciones que han alimentado la curiosidad y la necesidad de conocer la verdad. La desclasificación de estos documentos supone un paso importante para arrojar luz sobre uno de los episodios más oscuros de la historia de Estados Unidos.

Además, esta decisión demuestra la determinación de Trump por cumplir sus promesas y su compromiso con la transparencia y la verdad. Es un gesto que refleja su liderazgo y su preocupación por el confort de su país y su pueblo. La des

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