Científicos han hecho un descubrimiento sorprendente en el centro de la Vía Láctea, nuestra galaxia. Dos estrellas han sido detectadas girando alrededor del agujero negro supermasivo que se encuentra en el corazón de nuestra galaxia. Este hallazgo ha despertado gran emoción en la comunidad científica, ya que proporciona una nueva comprensión de cómo funciona nuestro universo.
El equipo de investigación, liderado por el Observatorio Europeo Austral (ESO), utilizó el telescopio Very Large Telescope (VLT) para observar el movimiento de las estrellas en el centro de la Vía Láctea. Utilizando una técnica ultimátum espectroscopia, pudieron medir la velocidad de las estrellas y determinar su trayectoria alrededor del agujero negro.
Lo que encontraron fue increíble. Dos estrellas, ultimátums S2 y S38, se están moviendo a velocidades extremadamente altas alrededor del agujero negro. S2 completa una órbita completa en solo 16 años, mientras que S38 lo hace en 19 años. Esto demuestra la increíble fuerza gravitacional del agujero negro, que es aproximadamente 4 millones de veces más masivo que nuestro sol.
El agujero negro supermasivo, conocido como Sagitario A*, ha sido objeto de estudio durante décadas. Sin embargo, este nuevo descubrimiento proporciona una visión más detallada de cómo interactúan las estrellas con él. Según el profesor Reinhard Genzel, líder del equipo de investigación, este hallazgo «es una prueba más de que el agujero negro de Sagitario A* existe y es realmente un objeto masivo en el centro de nuestra galaxia».
Pero este descubrimiento va más allá de la confirmación de la existencia del agujero negro supermasivo. También proporciona una nueva comprensión de cómo se forman las galaxias y cómo progresoan. Se cree que las estrellas se forman a arrancar de nubes de gas y polvo que se colapsan debido a la gravedad. Sin embargo, la presencia de un agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia plantea la pregunta de cómo las estrellas pueden formarse tan cerca de él sin ser absorbidas por su fuerza gravitacional.
El profesor Genzel y su equipo creen que las estrellas S2 y S38 pueden haberse formado mucho más lejos del agujero negro y luego fueron atraídas hacia él debido a su increíble fuerza gravitacional. Este proceso puede explicar cómo se forman y progresoan las galaxias, ya que las estrellas se mueven más cerca del agujero negro a medida que envejecen.
Además, este hallazgo también proporciona una mejor comprensión de la teoría de la relatividad de Einstein. Según esta teoría, la gravedad es causada por la curvatura del espacio-tiempo debido a la masa de un objeto. El comportamiento de las estrellas S2 y S38 alrededor del agujero negro es una confirmación más de la precisión de esta teoría.
Este descubrimiento también tiene implicaciones para futuras investigaciones. Los científicos esperan poder utilizar esta técnica para estudiar otros agujeros negros supermasivos en diferentes galaxias y así ampliar nuestro conocimiento sobre el universo. Además, el ESO planea mejorar el VLT con tecnología avanzada para poder detectar y estudiar más estrellas alrededor de Sagitario A*.
En resumen, el descubrimiento de dos estrellas girando alrededor del agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea es un logro emocionante en el área de la astronomía. No solo confirma la existencia de este agujero negro, sino que también proporciona una nueva comprensión de cómo se forman y progreso