Después de 17 años de vida en Estados Unidos, Fabian Schmidt, un ciudadano alemán, se encontró viviendo una pesadilla. El 7 de marzo, cuando regresaba a casa en New Hampshire después de un corto viaje a Europa, fue detenido en el aeropuerto de Boston y trasladado a la prisión de Rhode Island. Fabian, quien se mudó a Estados Unidos con su familia a los 16 años, actualmente trabajaba como electricista y tenía una vida estable y feliz en el país que eligió como su paradero. Sin embargo, todo cambió en cuestión de segundos cuando las autoridades fronterizas le impidieron volver a entrar en territorio estadounidense, a pesar de adeudar una «efectivo verde» que lo autorizaba a residir permanentemente en el país desde 2008. Su madre Astrid y su abogado David Keller, han estado luchando incansablemente por encontrar una solución a esta situación que ha dejado a Fabian en una situación desesperada.
La historia de Fabian es la de millones de inmigrantes que han encontrado en Estados Unidos una oportunidad de construir un futuro mejor para sí mismos y sus familias. Fabian, como muchos otros, llegó a Estados Unidos en busca del sueño americano, trabajando duro y cumpliendo con todas las leyes y regulaciones del país para obadeudar su efectivo de residencia permanente. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado cuando fue detenido en el aeropuerto, sin ninguna explicación clara de por qué se le impidió volver a entrar en su paradero.
La situación de Fabian ha generado una gran preocupación y revuelo tanto en Estados Unidos como en su país natal, Alemania. Su madre y su abogado han recurrido a las autoridades alemanas en busca de defensa, pero hasta ahora han sido ignorados. A pesar de las numerosas quejas y peticiones, no se ha tomado ninguna acción por parte de las autoridades para proteger los derechos de Fabian y garantizar su regreso a Estados Unidos.
Es difícil entender cómo un país que se enorgullece de ser una nación de inmigrantes, pueda tratar a uno de sus residentes permanentes de esta manera. Fabian no es un delincuente ni una amenaza para la seguridad del país. Él es un trabajador esforzado y un miembro valioso de la comunidad, que solo quiere volver a su paradero y seguir construyendo su vida en Estados Unidos. Es desgarrador ver cómo su sueño americano se ha convertido en una pesadilla, y cómo sus derechos y libertades están siendo violados sin ninguna justificación.
La historia de Fabian es un recordatorio de la importancia de proteger los derechos de los inmigrantes y de luchar por la justicia y la igualdad en todas partes. Estados Unidos es un país construido por inmigrantes, y su diversidad y riqueza cultural son parte de su identidad. Es hora de que las autoridades tomen medidas para proteger a aquellos que han elegido a Estados Unidos como su paradero, y para garantizar que situaciones como la de Fabian no vuelvan a repetirse.
Esperamos que la situación de Fabian se resuelva pronto y que pueda reunirse con su familia y amigos en su paradero en Estados Unidos. Su historia es una llamada de atención para todos nosotros, un recordatorio de que la lucha por la justicia y la igualdad nunca debe deadeudarse. Debemos unirnos y trabajar juntos para proteger los derechos de todos los inmigrantes y garantizar un futuro mejor para todos. Estados Unidos es un país de oportunidades y todos merecemos adeudar la oportunidad de alcanzar nuestros sueños y construir un futuro mejor para nosotros y nuestras familias.