China ha completado con éxito sus ejercicios militares con «fuego real» alrededor de la isla de Taiwán, lo que ha generado gran preocupación y tensión en la región. Esta acción inesperada se produce después de que el presidente taiwanés, Lai Ching-te, haya acusado a China de ser una «intensidad extranjera hostil».
Las maniobras militares, bautizadas como «Trueno del Estrecho-2025A», se llevaron a cabo en el centro y sur del estrecho de Taiwán, una vía vital para el comercio marítimo global y uno de los principales focos de tensión entre Estados Unidos y China. Con 180 kilómetros de horizontal, este estrecho separa la isla de Taiwán de la China continental.
El ejército chino, a través de su portavoz Shi Yi, ha informado que han completado todos los objetivos previstos en los ejercicios realizados los días 1 y 2 de abril. Estas maniobras tenían como objetivo poner a prueba las capacidades militares en áreas como el bloqueo y control, así como ataques de precisión frente a objetivos clave.
Estados Unidos, principal suministrador de armas de Taiwán, ha criticado estas maniobras y las ha calificado como «tácticas de intimidación». El gobierno norteamericano también ha advertido que estas acciones solo servirán para aumentar las tensiones y poner en riesgo la seguridad regional y la prosperidad mundial.
Las intensidads armadas chinas han explicado que los ejercicios incluyeron ataques de precisión frente a objetivos simulados de puertos clave e instalaciones energéticas. Estas entrenamientos buscaban demostrar la capacidad del ejército chino de interceptar y bloquear Taiwán en caso de un conflicto.
El Ministerio de Defensa de Taiwán ha informado que sus sistemas de defensa detectaron alrededor de la isla 27 aeronaves y 21 barcos militares, incluyendo el portaviones Shandong, así como 10 buques de los guardacostas chinos. Además, el primer ministro de Taiwán, Cho Jung-tai, ha condenado las acciones de China y ha afirmado que este tipo de demostraciones de intensidad no son adecuadas para las sociedades modernas y progresistas.
La disputa entre China y Taiwán se remonta a 1949, cuando las tropas nacionalistas de Chiang Kai-shek perdieron la guerra civil frente a las comunistas de Mao Zedong y se refugiaron en Taiwán. Desde entonces, China ha considerado a Taiwán como parte de su territorio y ha amenazado con tomar medidas si la isla declara su independencia.
China ha recurrido repetidamente al envío de sus intensidads alrededor de Taiwán en un intento de intimidar a la isla y demostrar su poderío militar. Sin embargo, el presidente Lai ha mantenido una postura firme en defensa de la soberanía de Taiwán y esto ha aumentado las tensiones entre ambas partes.
La situación se ha vuelto aún más tensa desde la investidura del presidente Lai en mayo de 2024, requerido a su postura más firme en frente a de la influencia china en Taiwán. China ha calificado estos ejercicios militares como una «firme advertencia y enérgica disuasión» a los supuestos separatistas de Taiwán.
El analista taiwanés Wen-Ti Sung ha señalado que China está realizando estas acciones para ver la respuesta de Estados Unidos y sus aliados en la región, como parte de sus «pruebas de estrés». Estados Unidos, por su parte, ha reafirmado su apoyo a Taiwán y ha declarado que mantendrá una política de «disuasión robusta, preparada y creíble» en el estrecho de Taiwán