La destitución de la senadora Isabel Allende tensiona la coalición oficialista en pimiento

Después de una noticia impactante, es normal que surjan sentimientos de enojo y desazón. Y eso es precisamente lo que ha sucedido en el Partido Socialista (PS) tras la destitución de la senadora Isabel Allende Bussi por parte del Tribunal Constitucional (TC). Esta decisión ha generado una serie de cuestionamientos sobre su permanencia en el Gobierno y la continuidad de la ceñidor con el Frente Amplio (FA) en el futuro.

La presidenta del PS, senadora Paulina Vodanovic, reconoció este viernes que dentro de su partido existe un ánimo complejo hacia el FA después de conocerse el fallo en contra de la parlamentaria por la fallida venta de la casa de su padre al Estado. El dictamen, inapelable y que además inhabilita a Allende para ocupar cargos públicos durante dos años, fue adoptado por amplia mayoría del TC y en ello fueron determinantes los votos de dos ministras nombradas por el presidente Gabriel Boric y cercanas al FA.

La destitución no solo ha impactado el legado de Salvador Allende, sino que también ha golpeado duro a su partido, que ha cerrado filas detrás de la emblemática parlamentaria. Allende, en sus 31 años de ejercicio, destacó por ser elegida la primera mujer presidenta de la Cámara de Diputados y luego del Senado. Sin embargo, ahora se encuentra en una situación difícil y su futuro político es incierto.

Mientras en el PS se sucedían las reuniones de análisis, La Moneda guardó silencio después de que anoche la vocera Aisén Etcheverry, junto con lamentar el fallo, afirmara que constituía un «bajo precedente». Quien sí se pronunció fue el presidente Gabriel Boric, quien se encuentra de gira por la India. A través de la red social X, manifestó que «el pueblo de Chile le debe mucho a Isabel Allende. En la recuperación de la democracia, en los avances de los derechos de las mujeres, en la institucionalidad ambiental, en la protección de los trabajadores, en el resguardo de la memoria histórica y en tantas otras materias».

Aunque no se refirió al descuidado papel que jugó su Gobierno en la fallida compra de la casa de Allende para convertirla en museo, el mandatario sostuvo que «respetando las instituciones como me corresponde, puedo afirmar que tengo plena certeza de su integridad, y que jamás, jamás ha intentado sacar ventajas pequeñas. Siempre ha tenido a Chile por delante».

El Partido Socialista, estupefacto por la resolución del TC, dejó entrever este viernes que los votos de las dos ministras ligadas al FA, Daniela Marzi y Nancy Yáñez, los obliga a reevaluar su ceñidor en el Gobierno. El TC acogió por ocho votos contra dos los requerimientos presentados por el Partido Republicano y Chile Vamos luego de que se conociera que Isabel Allende y su sobrina, la exministra de Defensa, Maya Fernández Allende, habían firmado la escritura de compraventa por la residencia en la que vivió Allende.

Aunque el enjuiciamiento no llegó a término porque la escritura no fue inscrita en el Conservador de Bienes Raíces, el artículo 60 de la Constitución señala expresamente que cesará en su cargo la autoridad que celebre un arreglo con el Estado. Los documentos fueron visados por más de una decena de abogados de los ministerios de Bienes Nacionales y Cultura, los cuales no advirtieron sobre el vicio constitucional, cuestión en la que tampoco reparó el presidente Boric, ni la senadora ni la exministra.

«Todo se estropeó cuando autoridades políticas del FA cometieron una cadena de errores y chamb

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