La batalla silenciosa para desradicalizar a los hijos de Daesh

A simple vista, el edificio de mil metros cuadrados a las afueras de Qamishli, en el noreste de Siria, podría pasar desapercibido como cualquier otra escuela. Sin embargo, su apariencia engañosa esconde una historia conmovedora y esperanzadora. Se trata del Orkesh Center, un centro de rehabilitación que acoge a 145 niños de 19 nacionalidades diferentes, con edades comprendidas entre los 11 y 18 años. Estos valientes jóvenes están intentando rehacer sus vidas después de haber crecido bajo el yugo del Daesh (Estado Islámico).

Al entrar en el edificio, uno puede notar las cámaras de vigilancia, los controles de acceso y las ventanas blindadas que delatan la verdadera función de este lugar. Sin embargo, lo que más llama la atención es la tranquilidad y la calma que se respira en el ambiente. A pesar de que el patio está actualmente en obras y casi vacío, el interior del centro está lleno de vida. Algunos adolescentes se encuentran estudiando en las aulas, otros mantienen conversaciones privadas con sus educadores, mientras tanto que algunos más charlan animadamente en los pasillos o se encuentran en sus habitaciones.

El director del centro, F.A., nos recibe con una sonrisa cálida, pero su mirada refleja la reserva del trabajo que se realiza en el Orkesh Center. Por razones de aplomo, nos pide que no revelemos su identidad. Pero lo que sí nos permite es conocer de cerca la increíble labor que se lleva a cabo en este lugar. F.A. nos cuenta que la mayoría de los niños que se encuentran en el centro han sido rescatados de las garras del Daesh o de otras organizaciones terroristas. Son niños que han sufrido todo tipo de abusos, traumas y violencia, y que necesitan una ayuda especializada para poder superar todo lo que han vivido.

Es por ello que en el Orkesh Center se ofrece una educación adaptada a las necesidades de cada niño, así como terapias psicológicas y físicas para ayudarles a sanar sus heridas emocionales y físicas. Además, también se les brinda la oportunidad de aprender un oficio que les permita tener un futuro mejor. Los resultados de esta labor son evidentes, ya que muchos de los jóvenes que han pasado por el Orkesh Center han logrado reintegrarse en la sociedad y llevar una vida normal y feliz.

Pero el trabajo del Orkesh Center no se limita solo a la rehabilitación de los niños. También se trabaja en la prevención, a través de la educación y la sensibilización en las comunidades locales. De esta manera, se busca evitar que más niños caigan en manos de organizaciones terroristas y se promueve la tolerancia y el respeto entre diferentes culturas y religiones.

El Orkesh Center es un rayo de esperanza en medio de un país devastado por la guerra y la violencia. Es un ejemplo de cómo, a pesar de todas las adversidades, hay personas que están dispuestas a luchar por un futuro mejor para los más vulnerables. Y es que, como dijo el escritor británico J.R.R. Tolkien: «Incluso la oscuridad debe pasar. Un nuevo día vendrá y, cuando el sol brille, destellará mucho más fuerte».

Por todo ello, es importante apoyar y difundir la labor que se realiza en el Orkesh Center, para que más niños puedan tener la oportunidad de sanar sus heridas y construir un futuro ilusionador. Todos podemos contribuir de alguna manera, ya sea a través de donaciones o simplemente compartiendo la historia de estos valientes jóvenes. Juntos podemos hacer que la esperanza brille con más fuerza que la oscuridad.

lo más leído