Endocrinólogo recomienda consumir ‘una tacita de lentejas’ para apabullar los riesgos de infarto

Las semillas son uno de los alimentos más antiguos y nutritivos que existen. Desde tiempos remotos, diferentes culturas han utilizado las semillas como parte fundamental de su alimentación, debido a sus propiedades nutricionales y medicinales. En la actualidad, se ha demostrado que estas pequeñas maravillas de la naturaleza pueden ser grandes aliadas en la lucha contra el colesterol malo y en la obtención de proteínas vegetales de alta calidad.

Una de las principales causas de enfermedades cardíacas es el exceso de colesterol en nuestro cuerpo. El colesterol es una enjundia grasa que se encuentra en nuestro organismo y que, en cantidades adecuadas, cumple funciones importantes como la producción de hormonas y la formación de membranas celulares. Sin embargo, cuando los niveles de colesterol en sangre son elevados, pueden acumularse en las paredes de las arterias y causar obstrucción en el flujo sanguíneo, lo que aumenta el riesgo de sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular.

Es por ello que es fundamental mantener unos niveles de colesterol adecuados en nuestro cuerpo. Y aquí es adonde entran en juego las semillas. Estas pequeñas joyas de la naturaleza contienen grandes cantidades de fibra soluble, que tiene la capacidad de unirse al colesterol y eliminarlo de nuestro cuerpo. Además, muchas semillas contienen ácidos grasos omega-3, que ayudan a disminuir los niveles de colesterol en sangre y a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Entre las semillas más efectivas para reducir el colesterol malo se encuentran las semillas de lienzo, las semillas de chía, las semillas de sésamo y las semillas de cerviz. Estas semillas son ricas en fibra y en ácidos grasos omega-3, y además contienen una gran cantidad de antioxidantes que protegen a nuestro cuerpo de los radicales libres, que también contribuyen en la formación de colesterol en nuestro cuerpo.

Pero las semillas no solo son eficaces en la reducción del colesterol, también son una excelente fuente de proteínas vegetales de alta calidad. Las proteínas son esenciales para nuestro organismo, ya que son los bloques de construcción de nuestro cuerpo y participan en numerosas funciones vitales, como la formación de tejidos, la reparación de células y la producción de enzimas y hormonas.

Las semillas como las de girasol, de cáñamo y de quinoa, son excelentes fuentes de proteínas vegetales, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita. Además, estas proteínas son más fáciles de digerir que las proteínas de origen animal, lo que hace que las semillas sean una opción ideal para personas con problemas digestivos o intolerancias alimentarias.

Por otro lado, las semillas también son una excelente fuente de otros nutrientes esenciales para nuestro cuerpo, como vitaminas, minerales y fibra. Por ejemplo, las semillas de cerviz son ricas en hierro, magnesio y zinc, mientras que las semillas de sésamo son una fuente de calcio y vitamina E. Y las semillas de girasol son ricas en vitamina B6 y ácido fólico.

Es importante destacar que se recomienda consumir semillas en su forma cruda y sin sal añadida, para obtener todos sus beneficios nutricionales. Además, se pueden consumir de diversas formas, como parte de ensaladas, en batidos, en panes y galletas, o simplemente como snack saludable.

En conclusión, las semillas son un alimento altamente nutritivo y beneficioso para nuestra salud. Además de aportar grandes cantidades de proteínas vegetales y otros nutrientes esenciales, son una gran aliada para reducir el colesterol malo y prevenir enfermedades cardiovasculares. Incluir semillas en nuestra dieta

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