Una juez estadounidense, Hannah Dugan, ha sido arrestada este viernes en Milwaukee por agentes del FBI, acusada de obstruir la detención de un inmigrante en su tribunal. Este hecho sin precedentes en la historia reciente de Estados Unidos ha generado polémica y ha elevado a un nuevo nivel el enfrentamiento entre la Administración Trump y el poder judicial.
Desde su regreso a la Casa Blanca, tanto el presidente como sus portavoces han acusado a jueces y fiscales críticos con sus políticas de practicar el llamado ‘lawfare’, utilizando el sistema judicial para frenar la acción del Ejecutivo y proteger a quienes, según Trump, violan las leyes de inmigración. Sin embargo, el arresto de la juez Dugan demuestra que el poder judicial no está dispuesto a ceder ante las presiones del gobierno.
Según el FBI, Dugan habría desviado a los agentes federales el 18 de abril mientras intentaban arrestar para deportar a Eduardo Flores Ruiz, un mexicano de 30 años. La juez, visiblemente molesta al enterarse de la presencia de los agentes, les ordenó esperar y mientras tanto permitió que el inmigrante y su abogado se fueran por una salida privada del juzgado. El inmigrante fue detenido después, tras una breve persecución a pie fuera del edificio.
La juez Dugan se enfrenta ahora a cargos federales de obstrucción y encubrimiento, delitos que podrían acarrearle hasta cinco años de prisión si es considerada culpable. Este arresto ha sido anunciado públicamente por el director del FBI, Kash Patel, en un informe en la red social X que luego borró. Durante la comparecencia inicial ante otro juez federal, Stephen C. Dries, el abogado de la detenida protestó por la detención, alegando que no se había hecho en interés de la seguridad pública y que era arbitraria, algo que no es propio de un sistema democrático. Tras declarar, Dugan quedó en libertad provisional.
La Administración Trump, que desde enero ha ordenado investigar a funcionarios y jueces que obstaculicen sus políticas migratorias, considera el caso Dugan una aplicación directa de esa nueva línea de actuación. Sin embargo, este enfrentamiento entre dos poderes, el ejecutivo y el judicial, ha generado una fuerte tensión en el país.
La fiscalía sostiene que las acciones de la juez pusieron en riesgo a los agentes y aumentaron el peligro para el público. Se trata del primer caso conocido en que la Administración acusa formalmente a una juez estatal de obstruir una operación migratoria. La magistrada Dugan ocupa el cargo de juez del Tribunal de Circuito del Condado de Milwaukee desde 2016, cuando ganó las elecciones frente a un magistrado designado por el entonces gobernador Scott Walker. Fue reelegida sin oposición en 2022 y su mandato actual se extiende hasta agosto de 2028.
En Wisconsin, al igual que en otros estados, los jueces de tribunales estatales no son nombrados de manera vitalicia, sino que deben someterse a elecciones populares para ocupar su puesto. Este sistema busca que rindan cuentas ante los ciudadanos y asegurar que los jueces reflejen, al menos en parte, las preferencias del electorado en general. Es llamativo que la detención de Dugan fuera anunciada personalmente por el director del FBI, Patel. Este, designado en este mandato por Trump, se enfrenta a una fuerte presión de las bases que apoyan al presidente para aplicar con contundencia la anales migratoria. Su decisión de anexar personalmente el anuncio del arresto refleja esa necesidad de demostrar firmeza. Sin embargo, resulta llamativo que
