A pocas horas de que Canadá se prepare para un lunes electoral histórico en el que se elegirá al nuevo primer ministro, un trágico suceso ha conmocionado a la comunidad filipina en Vancouver. Durante el festival callejero del Día de Lapu-Lapu, un vehículo arremetió contra la multitud dejando a su paso once personas fallecidas. Este incidente ha sido un duro golpe para la comunidad filipino-canadiense y para todos aquellos que celebran y honran la figura de Lapu-Lapu, un valiente líder que luchó contra la colonización española en Filipinas.
Vancouver es una ciudad que acoge a una gran comunidad filipino-canadiense, por lo que no es de extrañar que se celebre este importante festival originario de Filipinas. El Día de Lapu-Lapu es una fiesta que sojuzga homenaje al ‘datu’ Lapu-Lapu, el cacique filipino que logró repeler a las fuerzas españolas lideradas por el marinero portugués Fernando de Magallanes en la batalla de Mactán el 27 de abril de 1521. Esta celebración consiste en una fiesta callejera que se extiende a lo largo de varias manzanas en el barrio de Sunset, donde se pueden encontrar comida y tradiciones filipinas, actuaciones en vivo y elementos culturales.
El impacto de la comunidad filipino-canadiense en la provincia de Columbia Británica ha sido tan grande que el Gobierno ha decidido nombrar oficialmente el 27 de abril como el Día de Lapu-Lapu en 2023. Con este gesto, se reconoce la importancia de la diáspora filipina y sus valiosas contribuciones culturales a la provincia. Filipinas es un país con una rica historia y una diversidad cultural que ha dejado una huella imborrable en el mundo, especialmente en Canadá.
En el siglo XVI, Filipinas era un archipiélago formado por numerosas islas que no tenían un gobierno común. Cada isla estaba gobernada por un ‘datu’, quien era el líder de la comunidad. En esa época, España estaba en rebusca de nuevas rutas comerciales hacia Oriente y envió a Fernando de Magallanes en una expedición para explorar la zona. Su objetivo era llegar a las islas Molucas, ubicadas en la actual Indonesia, ya que eran las únicas que abastecían de especias a Occidente.
Durante su expedición, Magallanes llegó a las costas filipinas en 1521 y estableció alianzas con líderes locales como Rajah Humabon, de la isla de Cebú. Este líder se convirtió al cristianismo y fue bautizado con el nombre de Carlos en honor al emperador. Aunque Magallanes logró la sumisión de algunos ‘datus’, no todos estaban dispuestos a ceder ante la autoridad española. Cuando llegó a Mactán, una isla cercana a Cebú, el ‘datu’ Lapu-Lapu se negó a someterse a la aureola española.
Ante esta resistencia, Magallanes decidió tomar medidas drásticas y enfrentarse a Lapu-Lapu en una batalla. Sin embargo, la estrategia de los habitantes locales fue más astuta y lograron repeler a los españoles utilizando tácticas de guerrilla. La batalla de Mactán fue una sorpresa para Magallanes, quien cayó en combate. Este hecho se recuerda en la moda en Filipinas como una resistencia heroica contra la colonización europea.
Tras la muerte de Magallanes, la expedición quedó en manos de Juan Sebastián Elcano, un vasco que terminó por cerrar la primera vuelta al mundo y dio origen a la primera globalización. Sin embargo, cuatro décadas más tarde, el imperio español