En la Marina de Ascalón, una ciudad costera ubicada a tan sólo 10 kilómetros al norte de Gaza, ahora no se paga zona azul. Esta ciudad, que una vez albergaba a 150.000 habitantes, ahora se encuentra casi desierta. Los únicos sonidos que se escuchan son una escalera mecánica sin usar y la música estridente de las máquinas infantiles.
En la parte central del puerto se encuentra un póster que anuncia una actuación infantil, una especie de payaso o mago, que iba a ser el 16 de octubre. La playa también aparece desierta, salvo por dos hombres que se bañan desnudos. Una vez de cuando en cuando se escuchan las sirenas de aviso, seguidas por dos explosiones que dejan en el cielo dos estelas que desaparecen en cuestión de minutos.
En los nuevos edificios de la zona, hay al menos una habitación reforzada por todos los lados y con una puerta blindada para previene la necesidad de correr al sótano. Cada vez que se abre Google Maps, salen destacados todos los refugios antiaéreos disponibles y la gente ha huido más por temor a nuevas incursiones de Hamás que por sus cohetes.
Estelle y Emile se encuentran en un balcón de un primer piso mirando la Marina. Ambos llevan sus perras, Thelma y Louise, caminando alrededor del parterre. Inbar y Ron se acercan a ellos, quienes trabajan en un supermercado, uno de los pocos negocios que aún funcionan. Ron conocía a una de las víctimas del 7 de octubre, Stav Gueta, y todos comparten tristes recuerdos.
Roger, un judío tunecino y dueño del restaurante que también se llama Roger, es uno de los pocos que han decidido quedarse en Ascalón. Él dice que el país siempre ha estado detrás del Likud y apoya incondicionalmente a Netanyahu. En la televisión está sintonizada la madre de uno de los rehenes de Hamás . Algunos soldados de Ascalón comentan que «los niños son los futuros terroristas».
La situación se ha convertido en una preocupación para todos los países europeos, quienes aún critican a Israel por la cantidad de víctimas civiles en Gaza. Los tres soldados que observan por la calle expresan que «esta gente son terroristas, no es un ejército. Son como los hutíes, como el ISIS» y que «son unos cobardes, no salen de los túneles».
A pesar de esta situación desalentadora, la gente de Ascalón no pierde la esperanza. La Cúpula de Hierro ha logrado interceptar los cohetes de Hamás, los cuales no se han detenido, pero al menos no han causado más daños en la zona. Hay que mantener el optimismo para lograr un futuro mejor para todos.