La nueva película del superhéroe de los mares ha regresado con un chapuzón de críticas dispares, en las que se ha enfatizado en el fin de la era de un figura que logró un gran carisma de la mano del actor Jason Momoa.
Aquaman y el reino perdido, la segunda película del superhéroe de DC Cómics ya se encuentra en las salas del cine del país. Dirigida por James Wan, la cinta se enfoca en la batalla del protagonista por mantener el equilibrio en el reino de la Atlántida y tener que capotear con su viejo enemigo Black Manta, que quiere vengarse y derrotar al protagonista.
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Esa situación lleva a Aquaman a aliarse con su hermano Orm (Patrick Wilson), con el objetivo de unir fuerzas para derrotar al antagonista. Aunque había mucha expectativa por el estreno de la nueva cinta, en realidad las primeras reacciones han sido tibias y algunas muy negativas acerca de la trama y el desarrollo de la nueva historia de Aquaman; posiblemente al considerarse como el cierre de un ciclo, la cinta ha sido tachada de carecer de alma y de ser excesivamente marcada por lo visual.
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