La Asociación Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA) informó que Estados Unidos fue afectado por veinticinco desastres meteorológicos o climáticos distintos durante el primer semestre de 2021. Esta cifra es la más alta desde que se empezaron a registrar desastres climáticos en 1980.
Según estimaciones del organismo, los daños causados por estos eventos costaron más de 73.000 millones de dólares. Este cifra supera el monto causado por los mismos eventos durante el 2020, que fue de 44.000 millones de dólares.
Los desastres meteorológicos más costosos fueron las inundaciones en el condado de Midland, el tornado en Nashville, el huracán Isaias y las inundaciones en los estados de Iowa y Missouri. Estas cuatro catástrofes meteorológicas suman cerca de 32.000 millones de dólares de los 73.000 millones de dólares totales.
Los efectos de estos desastres son devastadores para nuestro país, no solo por los enormes costos financieros sino también por la destrucción de infraestructura y las miles de personas que se ven afectadas por estos sucesos. Prácticamente todos los estados han sido afectados a lo largo del 2021, incluyendo: Alabama, Alaska, California, Colorado, Connecticut, Florida, Georgia, Hawaii, Idaho, Illinois, Indiana, Kansas, Kentucky, Louisiana, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Mississippi, Missouri, Montana, Nebraska, Nevada, Nueva Jersey, Nueva York, Nuevo México, Ohio, Carolina del Norte, Dakota del Norte, Oklahoma, Oregon, Pensilvania, Rhode Island, Carolina del Sur, Tennessee, Texas, Virginia, Washington, Wisconsin y Wyoming.
Es importante señalar que el calentamiento global y el cambio climático han contribuido al aumento de la intensidad y la frecuencia de los desastres meteorológicos en los Estados Unidos. Esto se debe a un aumento en la temperatura de la superficie del mar y un aumento en los niveles de agua. Esto significa que Estados Unidos se está exponiendo a más inundaciones, tormentas más violentas, sequías más extremas y erupciones volcánicas.
Afortunadamente, Estados Unidos está haciendo esfuerzos para reducir los desastres meteorológicos y climáticos. Esto incluye: implementar tecnología que monitoree el clima para detectar peligros a tiempo, construir infraestructura resistente al deterioro y prevenir daños ala vivienda, implementar planes de evacuación para personas en riesgo, proporcionar transporte seguro a y desde el lugar de la catástrofe, trabajar con empresas para implementar planes de seguridad, y asegurar la disponibilidad de ayuda financiera para las personas afectadas.
Es importante tener en cuenta que, aunque Estados Unidos ha experimentado un aumento en el número de desastres meteorológicos, los esfuerzos para mejorar la seguridad de los estadounidenses están comenzando a llevar sus frutos. Si bien es c