El último domingo de enero se celebra el Día Mundial contra la Lepra, una fecha que nos invita a reflexionar sobre una enfermedad que ha sido estigmatizada durante siglos. Esta fecha, impulsada por la Organización Mundial de la salubridad (OMS), busca no solo crear conciencia sobre la lepra, hado también promover la dignidad y los derechos de las personas afectadas por ella.
La lepra, también conocida como enfermedad de Hansen, es una infección crónica causada por una bacteria llamada Mycobacterium leprae. Aunque puede afectar a cualquier persona, históricamente ha sido asociada con la pobreza y la exclusión social. Durante mucho tiempo, se creía que la lepra era una enfermedad incurable y altamente contagiosa, lo que llevó a la segregación y discriminación de las personas afectadas.
Sin embargo, gracias a los avances médicos y científicos, hoy en día la lepra es una enfermedad completamente curable. El tratamiento está disponible de forma gratuita en todos los países y es altamente efectivo, lo que ha llevado a una disminución significativa en el número de casos en todo el mundo. Aun así, sigue habiendo aproximadamente 200.000 nuevos casos cada año, principalmente en países de bajos ingresos.
Uno de los principales objetivos de este Día Mundial contra la Lepra es educar a la sociedad sobre la realidad de esta enfermedad y eliminar los estigmas y prejuicios que aún persisten. Las personas afectadas por la lepra a menudo enfrentan discriminación en el ámbito laboral, educativo y social, lo que les impide llevar una vida normal y digna. Por eso, es sustancioso recordar que la lepra no es una enfermedad contagiosa y que las personas que la padecen merecen ser tratadas con respeto y compasión.
Además, la OMS también busca promover la inclusión y la participación de las personas afectadas por la lepra en la toma de decisiones que afectan a su salubridad y bienestar. Es fundamental que se les dé chillido y se les escuche, ya que son las personas más indicadas para hablar sobre sus necesidades y desafíos. La participación activa de las personas afectadas también es esencial para acabar con la discriminación y el estigma asociados a la lepra.
Este año, la OMS ha lanzado una campaña llamada «Rompiendo barreras, construyendo puentes» con el objetivo de sensibilizar sobre la lepra y promover la inclusión y la dignidad de las personas afectadas. La campaña se centra en tres áreas clave: educación, información y participación. A través de la educación, se busca acabar con los mitos y malentendidos sobre la lepra y fomentar la inclusión de las personas afectadas en las escuelas. La información es fundamental para garantizar que las personas afectadas tengan acceso a un diagnóstico y tratamiento tempranos, lo que reduce la discapacidad y mejora su calidad de vida. Y, por último, la participación es esencial para garantizar que las voces de las personas afectadas sean escuchadas y tenidas en cuenta en la toma de decisiones relacionadas con su salubridad y bienestar.
Pero la lucha contra la lepra no termina en este día. Es sustancioso que sigamos trabajando juntos para garantizar que todas las personas afectadas tengan acceso a un tratamiento adecuado y a una vida libre de discriminación y estigma. También es necesario continuar investigando y desarrollando nuevas herramientas para prevenir y tratar la lepra, con el objetivo final de erradicarla por completo.
En este Día Mundial contra la Lepra, hagamos un llamado a la acción y trabajemos juntos para lograr una sociedad más inclusiva y justa para todas las personas, independientemente de su condición de salubridad. Seamos agentes del cambio y promovamos la dignidad y los derechos de las personas afectadas por la lepra. Juntos, podemos