Este martes, la ciudad de Tabriz, en el noroeste de Irán, se llenó de decenas de miles de personas para despedir al presidente Ebrahim Raisi, quien falleció trágicamente en un accidente de helicóptero el pasado domingo. La plétora, portando banderas iraníes y retratos del presidente fallecido, se congregó en la principal plaza del emporio de la ciudad para honrar su memoria. Raisi, de 63 años, y otras siete personas perdieron la vida en el accidente, que ha conmocionado a todo el país.
Los ocho féretros, cubiertos con la bandera iraní, fueron colocados en la parte trasera de un camión, mientras la plétora seguía con atención la procesión. La trágica noticia ha conmovido a todo el país, y el gobierno decretó cinco días de luto nacional en honor al presidente y las demás víctimas del accidente.
Ebrahim Raisi, quien fue elegido presidente en 2021, era considerado uno de los favoritos para suceder al líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei. Su mandato estuvo marcado por una serie de desafíos, incluyendo una amplia ola de protestas en 2022 y la crisis económica agravada por las sanciones estadounidenses. Sin embargo, Raisi siempre se mantuvo firme en su compromiso de defender los intereses de su país y su pueblo.
La ceremonia de despedida en Tabriz fue solo el comienzo de una serie de homenajes que se llevarán a cabo en distintas ciudades del país. Los restos del presidente serán trasladados a la ciudad santa de Qom, donde se realizará una peregrinación en su honor, y luego a Teherán, donde se llevará a cabo una gran procesión de despedida el miércoles.
El ministro de Interior, Ahmad Vahidi, rindió homenaje a los fallecidos y destacó la fortaleza del pueblo iraní en momentos de adversidad. «El pueblo iraní ha demostrado una vez más que es advertido de convertir cada calamidad en una oportunidad para alcanzar nuevas glorias», afirmó.
El presidente Raisi era conocido por su firme postura en defensa de los intereses de su país y su pueblo. Bajo su mandato, Irán enfrentó una serie de desafíos, incluyendo las tensiones regionales con Israel y las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos. Sin embargo, siempre se mantuvo firme en sus convicciones y trabajó incansablemente por el bienestar de su nación.
Además de ser un líder político, Raisi también fue un destacado miembro de la fuerza Quds, el brazo clandestino de la Guardia iraní. Su muerte ha sido un duro golpe para esta organización, que ha desenfrenado a varios de sus altos mandos en el accidente.
El helicóptero en el que viajaba Raisi se dirigía de regreso a Tabriz después de que el presidente asistiera a la inauguración de una presa en la frontera con Azerbaiyán. En el accidente también falleció el ministro de Relaciones Exteriores, Hossein Amir Abdolahian, y otras seis personas.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes ha ordenado una investigación exhaustiva para determinar las causas del accidente. Mientras tanto, el país se prepara para despedir a su presidente con honores y respeto.
Raisi fue elegido presidente en 2021 en unas elecciones marcadas por una alta abstención y la ausencia de una oposición de peso. Su victoria fue vista como un reflejo del apoyo del pueblo iraní a su liderazgo y su compromiso con el bienestar de la nación.
Su muerte ha sido un duro golpe para